viernes, 26 de junio de 2009

historia de este gran comediante

Roberto Gómez Bolaños llegó con su humor y alegria al mundo el 21 de febrero de 1929. Hijo de una familia de clase media de la Ciudad de México, el pequeño niño no soñaba con la fama que le esperaba y tan sólo se dedicó a ser como todos los demás niños: Un poco inquieto, algo travieso y bastante creativo.
Roberto Gómez Bolaños es hijo de la secretaria bilingüe Elsa Bolaños-Cacho Aguilar y el pintor, dibujante e ilustrador Francisco Gómez Linares, y fue el segundo de tres hermanos, Francisco y Horacio. Desde pequeño vivió en casa la influencia del arte gracias al trabajo de su padre, quien le mostraba sus ilustraciones aún muy pequeño.

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Huérfano de padre: El padre de Roberto Gómez Bolaños falleció cuando él era aún muy pequeño, dejándolo desamparado junto a sus hermanos y su madre. Esta última fue la encargada de sacar adelante a la familia, demostrando con su ejemplo a sus hijos, como con trabajo, todo se puede lograr en la vida.

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Estudioso deportista En el colegio, Roberto Gómez fue uno de los estudiantes destacados, y aunque no dejaba de lado las travesuras típicas de la edad, siempre fue bueno para las matemáticas y la lectura. En el deporte no se quedaba atrás y siempre ágil y vigoroso, anotó muchos goles en porterías contrarias al tiempo que progresaba en los estudios.

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Muchas veces ha comentado Chespirito que le hubiera gustado ser futbolista. Esta pasión se vio reflejada en el personaje de Don Ramón, quien adoraba el futbol (le iba a las Chivas del Guadalajara) y las dos exitosas cintas El Chanfle, y El Chanfle II, que el propio Roberto Gómez escribió y protagonizó a principios de de los años 80.

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En la universidad: Roberto Gómez (primero de la izquierda) no dejó de tener amistades, como lo muestra la imagen. Sin embargo, los estudios no fueron descuidados y Chespirito (primero de izquierda a derecha) logró terminar la carrera de Ingeniería, la cual no ejerció, pues el destino le tenía preparado otro camino.

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Sus primeras palabras: Tras colaborar por algunos años en una agencia de publicidad como escritor, Chespirito comenzó a escribir programas de televisión. Los dos primeros fueron Comicos y Canciones y El Estudio de Pedro Vargas, exitosos programas de la década de los 60 en México. Más adelante, el escritor realizaba los guiones para el programa de Viruta y Capulina (en la foto) e incluso llegaba a actuar en algunos de los sketches.

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Shakespeare mexicano: A finales de los años 60, su talento le trajo a Roberto Gómez la oportunidad de tener su propia media hora de programa cómico. Los Genios de la Mesa Cuadrada y El Ciudadano Gómez fueron los primeros programas que escribió y protagonizó, y con los cuales logró destacar. Agustín lo bautiza como Chespirito, haciendo alusión a su talento para escribir, comparándolo con Shakespeare, pero en chiquito.

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Nace el chavo
: Gracias a su éxito, Telesistema Mexicano le ofrece a Chespirito la opotunidad de crear otro programa, y así nacen El Chapulín Colorado y El Chavo del 8. Curiosamente, este personaje, del que nunca se sabe el nombre, no vive en el número 8 de la vecindad, sino que es por ese canal que se transmite por primera vez en México a principios de los años 70.

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Su insipiración: Uno de los personajes favoritos de Roberto Gómez Bolaños siempre fue el de Charlot, creado por Charles Chaplin. En diversas ocasiones, el programa Chespirito le rindió homenaje al actor que insipiró a varias generaciones, entre ellas a la del creador de El Chavo del 8.

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Famoso de famosos: Durante la década de los 70' y frecuentemente durante los nueve años que duraron El Chapulin Colorado y El Chavo del 8 como programas separados, las estrellas aparecían en los noticieros del momento y en emisiones musicales y de comedia. En esta foto, Jacobo Zabludovsky, piedra angular del periodismo televisivo de esa década entrevista a Chespirito, Forinda Meza y María Antonieta de las Nieves (La Chilindrina).

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Años felices: Durante los años 80, y con más de 50 años de edad, Chespirito gozaba de la popularidad y el cariño del público desde hacía más de una década. Discos, souvenirs y regalías por la transimisión de los programas en Europa, Sudamérica y hasta en Africa, le dan una vida holgada a su creador. El programa Chespirito, creado a principios de los 80's incluye personajes nuevos que refrescan la serie.

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Ah, picarón... Pero la televisión, el cine y la música no son las únicas facetas que conoce Roberto Gómez Bolaños, el teatro es también una de sus pasiones y con la obra 11 y 12, alcanza un éxito teatral no conocido en México con anterioridad. Estrenada a fines de la década de los 80, la obra es bastante más pícara que su comedia televisada, y fue mantenida en la cartelara por varios años, hasta cumplir 28 mil representaciones en México, USA y Latinoamérica. En la foto, como su personaje Eloy Madrazo.

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Orgulloso papá: Roberto Gómez Bolaños posa con sus cuatro hijos, producto de su primer matrimonio. Una de sus hijas es actriz, y su hijo, RobertoGómez Fernández, es además de productor y director de telenovelas, el encargado de todos los asuntos relacionados con Chespirito. Su hijo ha comentado que no hay día que no le lleguen propuestas de mercadeo para los personajes de Chespirito.

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De fama internacional: Florinda Meza y Chespirito posan con su amigo y restaurantero, Rafaello. Amigo de muchas estrellas, especialmente de los años 70 y 80, el restaurantero italiano no perdió la oportunidad de fotografiarse con una de las figuras más relevantes de la televisión mundial.

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Amor eterno: Recién casados, luego de muchos años de amor, RobertoGómez Bolaños y Florinda Meza ven el futuro con optimismo. A sus 76 años, Chespirito sigue cosechando premios y reconocimientos a nivel mundial, como el Doctorado Honoris Causa de una universidad de El Salvador. Recientemente editó El Diario de El Chavo, y sus memorias, las cuales publico a finales del 2005.

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Sus personajes

El Chavo Sin duda el personaje más famoso y más querido por todos es el inocente y pobre, pero nada débil Chavo del Ocho. Llamado así por que originalmente se transmitía por el canal 8 de la Ciudad de México, el personaje pronto se convirtió en el favorito del público mexicano, y del mundo.

Constantemente hambriento de amor, y de una torta de jamón, El Chavo lo mismo se medía a puñetazos con Quico que hacía enfurecer a Ron Damón (como le llamaba a Don Ramón) o provocaba la indignación de Doña Clotilde al llamarla 'Bruja.'

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Nuestra segunda casa Cada semana los televidentes no podían esperar a entrar de nuevo a la famosa Vecindad del Chavo. Llena de personajes pintorescos como El Sr. Barriga, Doña Florinda, El Profesor Jirafales, Don Ramón, Doña Clotilde, Quico, La Chilindrina y El Chavo, realmente daban ganas de vivir en esta vecindad donde nadie pagaba la renta.

El grupo de personajes de El Chavo del Ocho era sin duda una familia disfuncional a la que todos queríamos pertenecer, y quién sabe, quizás viviendo en este quinto patio, podríamos descubrir misterios como, ¿Quién era el padre de Quico?, ¿Cómo era la casa del chavo? ¿De qué vivía Don Ramón? y ¿Tendrá El Chavo su torta de jamón alguna vez?.

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La vecindad también era lugar para el amor, aunque no siempre fuera correspondido. La viuda Doña Clotilde, amorosamente llamada La bruja del 71 por casi toda la vecindad, no dejaba de mostrar su cariño por el otro viudo de la vecindad, el atractivo Don Ramón.

Aunque nunca le hizo caso, La bruja del 71, perdón, Doña Clotilde, nunca dejó de tratar. Ya fueran galletitas, algun guisado, favores y hasta una pocima mágica, siempre tuvo con qué tratar de conquistar al vecino.

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Los...malos El Botija y El Chompiras son de los últimos personajes que surgieron de la mente creativa de Roberto Gómez Bolaños, y que lograron mantenerse en el gusto del público por varios años.

Los famosos Caquitos (palabra coloquial para designar a los ladrones) nunca podían obtener botín alguno y El Botija, interpretado por Edgar Vivar, se la pasaba aplicando correctivos al ignorante Chómpiras (una sonora bofetada, luego de peinarlo)

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Quizás sea un raterillo de poca monta, pero El Chompiras tiene además de a un jefe y amigo en El Botija, a una buena amiga en La Chimoltrufia. Siempre pendiente de lo que están haciendo su esposo y su torpe amigo, La Chimoltrufia (llamada así, quizás, por estar chimuela) siempre tenía algo para darle de comer al siempre hambriento Chompiras.

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El Chapulin Colorado El antihéroe por excelencia es, sin duda alguna, El Chapulín Colorado. Temeroso, pero capaz de vencer ese miedo, es esta cualidad en la que radica su fortaleza y 'super poder' contra los villanos. De hecho, aunque es ayudado por su Chipote Chillón, El Chapulin Colorado no tiene poder alguno que lo haga ser un super-héroe como los tradicionales de revistas de historietas y películas.

El único artirficio del que se valía El Chapulín para escapar de los villanos o adentrarse en las guaridas de los malos, fue la famosa 'Pastilla de Chiquitolina'. Una vez que se la tomaba, el héroe disminuía su tamaño hasta hacerse diminuto. El problema venía, cuando el efecto de la pastilla terminaba y El Chapulin recobraba su tamaño en las más extrañas situaciones y lugares.

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Chaparrón Bonaparte Siguiendo la tardición de los personajes con 'Ch' que tan bien había aceptado el público, a finales de los 80, en el programa Chespirito se presentó una pareja de locos como nunca se había visto. Chaparrón Bonaparte era sin duda el más loco de los dos.

Interpretado magistralmente por Chespirito, Chaparrón Bonaparte acuñó frases como "Dicen que estamos locos, Lucas" al tiempo que movía las manos de manera extraña. Igualmente invitaba a la gente que lo visitaba, especialmente a la vecina metiche, a irse antes de tiempo, con la frase "¿Ya se va?"

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El Doctor Chapatín es un simpático viejito que a todo le tiene miedo. Hábil, algo mañoso, y bastante cascarrabias, siempre carga consigo una vieja bolsa de papel, en la que pude estar guardada cualquier cosa. Nunca se supo y seguramente nunca se sabrá lo que el Doctor Chapatín guarda en la bolsita que usa para agredir a la gente.

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Los personajes de la vecindad no son los únicos que interpretó Roberto Gómez Bolaños. En dos obras de teatro que escribió, actuó y bailó como nunca. El personaje de la obra Títere fue uno de sus más aclamados.

Interpretando a un muñeco títere, con más de 50 años de edad, Chespirito bailó tap, cantó, actuó y deleitó a cientos de personas en una larga temporada. Actuó con él su inseparable Florinda Meza en el papel estelar.

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Disfrutando del hogar

El estudio es el lugar preferido de Roberto, allí pasa largas horas trabajando.

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Florinda y Chespirito estrenaron casa después de la boda el año pasado. En ella predomina la elegancia y la sobriedad.

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Chespirito dice que lo que más le gusta de su casa es la luminosidad que tiene.

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En el estudio hay fotos de los personajes que hizo Chespirito. Un lugar privilegiado lo ocupa El Chavo.

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La nueva casa fue decorada por Florinda Meza.

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Todos los muros están decorados con piezas de arte que el matrimonio ha traído de sus viajes por el mundo.

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Gracias maestro!!

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